Quinteto de Cuerdas. Comisionada por la sala de conciertos Sheldon en St. Louis, Missouri. (2016)
Y una vez más, mi héroe Julio Cortázar (El Cronopio Mayor) me ayudó a escribir música. Este grupo de cuatro piezas fueron inspiradas en el primero capítulo de su libro "Historias de Cronopios y Famas". En estos cuentos, Cortázar escribió varias tareas a veces absurdas y a veces diarias, entre otras están Instrucciones para entender tres pinturas famosas, Instrucciones para subir una escalera, y Instrucciones para matar hormigas en Roma. Para esta pieza, decidí usar dos de ellas que me parecieron tenían un buen potencial expresivo a través de la música, fueron Instrucciones para llorar y Instrucciones para cantar. Particularly, I was surprised by the detailed description of many aspects that we take for granted when we execute these regular tasks. I found myself closely following Cortazar’s writing and performing the tasks along. The two other movements and tasks are my own invention, and can be thought as abstract music accompaniment for their execution.
Igual a otros casos en que artistas usan referencias externas, estos usos no son nada más que una reinterpretación de conceptos, un nuevo contexto para ideas ya existentes, quizá, una simple excusa para la creatividad. Pese a esto y a pesar de que la música favorita de Cortázar era le jazz, Julio siempre se refiere mucho a la música del siglo XX en sus obras; a lo mejor a él le podría gustar mi pieza, pero nunca lo sabremos.
Cortázar image by Sara Fratini
El estreno estuvo a cargo del violinista David Halen (concertino de la Orquesta de St. Louis) y la talentosa pianista Adria Ye.